¿Cómo ahorrar combustible conduciendo?

Con los precios de la gasolina y el diésel en máximos históricos, una de las mejores bazas para reducir el consumo de nuestro vehículo, independientemente del tipo de motor, es la conducción eficiente. 

Conducir usando neumáticos con una presión de 0,5 bares inferior a la recomendada por el fabricante hace que el consumo aumente en un 2% en áreas urbanas y un 4 % en las interurbanas”. Además habría que tener en cuenta que en los viajes, cuando se viaja muy cargado, hay que aumentar dicha presión con la referencia del fabricante indicada en la tapa de la gasolina o en el marco de la puerta. De no hacerlo, además de subir el consumo, se incrementará el desgaste del neumático obligando a adelantar su sustitución. Y ya que hablamos de neumáticos, existe un tipo de gomas disponibles en casi todas las marcas con muy baja resistencia a la rodadura, ideales para ayudar a reducir el consumo (hasta un 3%) y con precios muy similares a los neumáticos normales.

Antes de emprender la marcha, más si se trata de un viaje, debes racionalizar el volumen y el reparto de la carga.

Mantén la velocidad lo más uniforme posible, busca fluidez en la circulación evitando frenar, acelerar y cambiar de marcha si no es necesario. Para decelerar, levanta el pie del acelerador y antes de accionar el pedal de freno, si la situación lo permite, puedes dejar que sea el freno motor el que actúe primero. Si has de frenar, hazlo de forma suave y reduce de marcha lo más tarde posible, con especial atención a las cuestas en bajada.

Cuando viajes en autopista el aire acondicionado será una mejor opción que abrir las ventanillas del coche; en el segundo caso, además de ser un riesgo para tu seguridad cuando viajas a alta velocidad, el hecho de que estén abiertas afecta directamente a la aerodinámica del coche.

Otros trucos para ahorrar en combustible:

  • Usa el freno del motor.
  • Ve con la marcha más larga y no revoluciones el motor
  • El par motor de un coche diésel aconseja cambiar de marcha entre las 1.500 y 2.500 rpm. En el caso de los gasolina el momento óptimo se sitúa entre 2.000 y 2.500 rpm. Si tu coche no dispone de cuentarrevoluciones, el sonido del motor te puede servir como referencia.
  • Aprovecha la inercia de las bajadas para adelantar el cambio de marchas circulando a bajas revoluciones. 
  • En las subidas, retrasa al máximo la reducción de marcha, incrementando ligeramente la presión sobre el acelerador, aunque nunca pisando a fondo.